Calle Reina 41, Madrid Tlf: 91 737 14 41
Precio medio: 25€ – 30€
Volvemos al ataque para conocer Yakitoro, la última aventura de uno de los chefs más televisivos del momento, Alberto Chicote. Varios amigos ya me habían hablado de este restaurante e incluso le dedicamos casi un monográfico en uno de mis últimos cafés de la oficina, así que no podía pasar más tiempo sin que La Criba tuviese opinión propia…
Sin dudarlo decidimos probar suerte e intentar conseguir una mesa sin reserva, ya que sabíamos que un tercio de la sala no se reserva… A las 8 y poco estábamos ahí como un clavo y… como podréis imaginar, un par de asientos junto a la barra que recorre toda la cristalera del local llevaban nuestro nombre.
A primera vista el local impacta, por su amplitud, grandes cristaleras y sobre todo por las 3 parrillas que están repartidas por el restaurante donde cocinan en directo gran parte de lo luego nos zamparemos.
Nos pusimos cómodos y a deshojar la margarita… Lo primero es entender el concepto del local, inspirado en las tabernas de Tokyo, se trata de un restaurante básicamente de brochetas a la parrilla, así que su carta se resume en eso, cocina trinchada en un palo de madera, esto no significa que sea menos elaborada pero sí más informal. Nos encontramos con una carta variada que se divide en Yakitoros (brochetas) de carne, pescado y verduras, además de contar con acompañamientos y alguna ensalada.
Tras pedir unos minutos extra para tomar la decisión definitiva, ¡¡lo teníamos claro!! Lo mejor, de ser platos pequeños es que podíamos pedir muchos, para probar cuanto más mejor… ¡Ahí va nuestra decisión final!
Tataki de atún con ajoblanco; una mezcla original aunque el atún me supo a poco. Butifarra fresca con cebollino, que decir de una buena butifarra a la parrilla… no tiene mucha ciencia pero está buenísima, al igual que la siguiente brocheta, dados de pollo en tempura y salsa Pedro Ximenez, una tempura ligera y la riquísima salsa PX hacen que esta brocheta fuera una de nuestras preferidas.
También colocamos en nuestro top el Yakitoro de entrecostilla de wagyou lacada, para los ignorantes como yo, se trata de una raza bovina de origen japonés. Este yakitoro sorprende por lo tierno de la carne y el punto dulce que le aporta el lacado, ¡¡lo recomiendo!! También lacado fue el siguiente Yakitoro en aparecer en la mesa, Cebollitas francesas lacadas con pimienta rosa, con un aspecto muy llamativo que gritaba “híncame el diente”, así que ¡dicho y hecho!
Todavía quedaban dos brochetas por aparecer, pero ya os adelanto que fueron las que más nos decepcionaron, Pollo frito crujiente con salsa agridulce cañí, aunque con buen sabor eché de menos un rebozado más crujiente, probablemente la mezcla con la salsa agridulce evito que el momento “Crunch” fuese redondo… Por último, setas shitakes frescas, salsa de ajo cocido y virutas de bonito seco ahumado, el nombre prometía y la puesta en escena aún más ya que las virutas de bonito seco se ondean en el plato, como si de algas marinas se tratase. Sin embargo están virutas tenían un sabor muy fuerte que no me convenció nada y que contaminó el sabor del plato, una pena porque era el del broche final
Además nos acompañaron una ensalada de tomate, pan de maíz y cebolla encurtida con su vinagreta, que puso el toque fresco a nuestra comida y un puré meloso de patata y mantequilla fresca, realmente suave, otro gran acierto.
La impresión agridulce que nos quedó después de nuestro último Yakitoro, unido a nuestro espíritu infantil, nos animó a probar dos de las sugerencias dulces de la carta, Yakitoro de marshmallow (o nube), todo una bomba un tanto pesada y Yakitoro de algodón de azúcar y toques cítricos, una vuelta a la infancia y a las fiestas de barrio.
La sensaciones de nuestra cena fueron un tanto contradictorias, algunos platos muy buenos y otros un poco decepcionantes, quizá le pedíamos demasiado a un chef tan mediático. La verdad es que el local está muy bien ambientado, el precio de las brochetas es muy conveniente (nuestra cena no superó los 30 €) y el concepto es ante todo, original, así que creo que merece la pena conocerlo y juzgar por uno mismo. Sé que repetiré porque como decía, no se trata de un plan diferente y si se acierta con los Yakitoros es también una buena experiencia gastronómica!!
Información: Yakitoro, calle Reina 41, Madrid
Tlf: 91 737 14 41
www.yakitoro.com
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